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Tomeu Miralles, educador social de la Unidad de Emergencias Sociales de Cruz Roja en Baleares, acompañado por Xisco, uno de sus usuarios, habló de la genésis de la exposición ‘Mírame a los ojos’, una inmersión gráfica en las vidas de 10 personas sin hogar que se puede visitar hasta hoy en el aula de Psicomotricidad del CESAG, explicando qué criterios y cómo se escogieron a las personas que participaron en la muestra.
Miralles, ante la realidad de unos 1.100 casos de personas sin hogar en Palma en 2014 detectados por esta unidad de la Cruz Roja (300 de ellos viven permanentemente en la calle), apuntó que debe huirse «de ideas preconcebidas sobre el porqué de su situación, como que no les guste trabajar, o que son todos unos borrachos o drogadictos», porque en muchas ocasiones «este consumo de alcohol y drogas no es causa, sino consecuencia» de su estado. Asevera que lo que hace más daño a estas personas «es la indiferencia» de la sociedad, «sentirse como completamente invisibles». Balances de la UES se pueden hallar en la Memoria de Actividades de Cruz Roja en Baleares de 2013.
El educador social de Cruz Roja en Palma de Mallorca destacó que su primer punto de contacto con este sector «es el tema sanitario», porque una gran mayoría presenta problemas de salud, de origen psíquico o físico. «Animamos a que primero, conectando con el médico. Luego, fomentamos su motivación, confrontando su discurso, con su actitud y la realidad. Lo que no queremos es que el usuario se sienta obligado o juzgado» y destacó la importancia de la educación inclusiva para dotar de recursos a las personas para afrontar situaciones traumáticas. «Muchos hablan de por qué un sin hogar no recurre a la familia como solución. En estos casos, es fácil hallar situaciones donde la familia no es una ayuda, sino todo lo contrario. El concepto de familia desestructurada no es nuevo».
Tomeu Miralles, además, presentó durante la conferencia un proyecto piloto de la organización, iniciado el pasado mes de junio en Palma, que dota de una casa (compartida por tres personas) a personas sin techo, con el objetivo de ayudarlos a reintegrarse en la sociedad. El modelo está inspirado en la experiencia de Housing First aplicada en países como EEUU, Holanda y Dinamarca, donde dotar de vivienda a alguien que se ha quedado en la calle es el primer paso en el proceso de atención. Uno sus usuarios, Xisco, describió su experiencia y la mejora vivida, y llamó a «tratar a cada persona por lo que es y hace, a no meterla en el mismo saco», aplicándole etiquetas y prejuicios, que pueden no corresponderse con la realidad, confundiendo en su caso, problemas de visión (y de movilidad) provocados por unas cataratas, ahora en tratamiento, con el consumo de alcohol.
La Unidad de Emergencias Sociales de Cruz Roja de Baleares cuenta con equipos en Palma (con un equipo de 8 personas) e Ibiza.
